jueves, 6 de agosto de 2009

Romántico y al pedo

¿Cuántas formas de llegarle a una chica existen? Supongo que tantas como las veces que algún chavo le ha llegado a alguna chava, un viejo a una vieja, un joto a otro joto y todo el resto de variables en la ecuación que no interesan en este pasaje. El caso es que se me ocurrieron dos formas de hacerlo. La primera que relataré está en primera persona. Se me hace una idea muy romántica, inteligente y elegante.
Ahí les va

“Mi amigo me comentó de una forma infalible de conseguir chicas: aparentar saberlo todo, absolutamente todo. Las chicas quieren ver seguridad en su hombre, así que si no sabes algo, no te quedes sin responder, siempre hay que responder algo, aunque sea para marearlas y confundir. La idea de “si no puedes convencer, confunde”
Pero tú, mi amiga, parece ser que no deseas eso, que vas más allá de buscar seguridad en tu hombre, y que eres suficientemente inteligente como para darte cuenta si alguien te está mareando para decirte algo que desconoce. Considero que tú eres una persona de unas cuantas pocas elegidas que desean saber la verdad, que buscan la verdad, y parece que lo que a ti te mueve es lo genuinamente auténtico.
Entonces, te encuentras con un chavo con esa misma inquietud. Te alegras mucho porque son pocas las personas con las que puedes platicar al respecto y llegar a un entendimiento mutuo compartiendo la misma idea. Te das cuenta de que ya no solamente quieres encontrar la verdad, sino que quieres ser la verdad... para así ser eso mismo que el chavo está buscando en su vida.
Así que, ¿quieres ser mi verdad?”

Esa fue la primera... claro que hace falta de una gran elocuencia y valor en el hombre para poder dar a entender la idea... sabemos que cuando se le abre el corazón a una mujer, la vulnerabilidad nos apendeja, bueno, al menos a mí. Y también hace falta una chica bieeeeen alivianada y bieeeeen chida que agarre la onda y no se quede con cara de pendeja porque no le entendió.
Ahora, la segunda es una forma bastante naca, a mi parecer, pero con mucho ingenio. Incluso, se podría llegar a considerar linda dependiendo de la forma de verla. Esta forma va narrada en tercera persona.

Está la pareja... previamente, el vato tiene que saber que ella ya espera que se la cante, por medio de alguna confidente o por un muy agudo presentimiento. Así que el vato levanta un dedo, como si anunciando que va a decir algo muy importante; la voltea a ver con solemnidad, como si estuviera a punto de decir algo muy importante; se aclara la garganta, como si presumiendo que va a decir algo muy importante, y dice: Fátima, tengo algo muy importante qué decir.
Lógicamente, la chava está toda emocionada porque cree que el vato le va a llegar y fui fui, shalalalalala, qué felicidad... entonces sucede lo insólito... ¡ingas pilingas! Que el vato se echa un pedo tronador... Ojo, se debe tener muuuuuuucho cuidado en que no sea un pedo oloroso... y se debe anticipar la movida llevando consigo acondicionadores de aire y habiendo comido flores... todo con tal de que el pedo no huela mal.
Así que... la chava se puede sacar de onda, se puede enojar, se puede avergonzar... alguna reacción va a tener. El chavo entonces dice: En todas las relaciones de pareja las personas se tiran algo de mierda, siempre, es de ley, así es el humano... bueno, pues esta fue toda la mierda que te voy a tirar yo si accedes a ser mi novia.


Bueno, esas fueron las dos formas. Si a alguien se le ocurre alguna otra forma divertida, romántica ingeniosa o entretenida y quiere compartir, pues adelante, cuéntenla, siempre es chido escuchar este tipo de historias.

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