Dame un beso para olvidarme.
Un intruso cae de una lágrima.
Cancerbero duerme distante.
No tengas miedo de una fuga terrenal.
El deseo en una fonda inundada de luz;
es remedio que actúa poco a poco.
Afuera una viuda llora su luto
pues muy tarde a su boda llegó.
Cazador nocturno amante del sol;
sus ojos destilan licor a tu sangre.
Lectura de estrellas en noche nublada.
Tormenta cuajada, privada de hiel.
Dame un beso finiquitante;
un arrullo que duerma a este corazón.
Sal despacio, no hagas desmadre;
pues no quiero darte el adiós.
Que el hielo me cubra
de tu indiferencia,
de tu notable falta de calor;
y que nunca escurra
una lágrima pronta
a aplacar la ceniza que a la tierra volvió.
Corazón escarchado como carpa de circo.
Mente vagabunda, siempre al trote.
Bálsamo caliente que despierta el deseo.
Devuélveme el veneno en un vaso de tu amor.
Dame un beso, dos, tres, no pares.
Pobre iluso desterrado corazón.
Un deseo pide palpitante
antes de rendirse a la razón.
Que el hielo me cubra...
martes, 11 de agosto de 2009
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