viernes, 30 de mayo de 2008

Hasta yo, alguna vez, me sentí famoso

(FAUSTO, SEGÚN ERICK. PRIMERA PARTE)
Estaba tan contagiado con el crecimiento de Fausto, o tal vez era que tenía muchísima confianza en mis amigos, que hasta yo me llegué a sentir famoso. No sé si ellos se sientan o se sintieran, entonces, famosos. Pero yo sí llegué a sentirme famoso. Probablemente, no, muy probablemente la fama era una mera chaqueta mental puesto que yo no conocía a mucha gente y supongo que pocos llegaron a conocerme por siempre andar alrededor de Fausto. ¿Pero ps qué?, son sueños guajiros. Yo ya tenía mi espacio entre ellos para tocar las típicas rolas que siempre tocaba: Wish you were here, La Balada y una que otra mía, como la de “lo madreó un vochito”, “la maldición de moctezuma” y una que otra más.
A veces me sentía, con todo orgullo, como el espectáculo de medio tiempo del espectáculo que ellos daban. Y mejor aún, ese espectáculo no era mecánico, osea que no sucedía siempre. Dependía del lugar, claro, como por ejemplo: en el Bocks, cuando a Chicharín (César) le daban ganas de orinar o se cansaba dos tres, yo lo suplía en el escenario y tocaba dos o tres rolas. En Guanajuato también llegué a tocar, y hasta recité parte de “La vida es sueño” de Calderón de la Barca, no recuerdo por qué, andaba palpando universos distantes e inminentes que sólo se presentan cuando te estás divirtiendo demasiado y llevas no sé cuántas copas encima, entre otras cosas.
Y pues, ¿cómo no? Me sentía yo todo un chingón en el arte mientras caminaba detrás del escenario del Auditorio del Parque Maravillas para decirle a Lalo que se pusiera las chanclas por alguna onda de la electricidad, que descalzo hacía tierra o algo así. Y pues en el cotorreo de los camerinos. Yo era guarura, fan, staff, pero sobre todo, cuate de la banda.

1 comentario:

Anónimo dijo...

primooooo!!!
savesss escribes bn chido
deverias hacer un libro
venderias un pu/%$#""#$%o
jhejhe
aqui estoy para cualquier cosilla primo
cuidate mucho ok
ciao!