miércoles, 23 de septiembre de 2009

No me robes

No me robes, desconocido,
las palabras de mi alma desnuda
que quiero compartir con el mundo
que pretendo regalarle al mundo
aunque el mundo me agarre a bofetadas.

No me robes, malentendido,
el sabor de mi sazonado despecho
que tuve el valor de vulnerarme
que tuve el afán de no huirle
aunque devuelvan cartas maltratadas.

No abandones tu puesto, mientras tanto
juegas al amor a escondidas.
Un amor no merece tales tratos
un amor no debe andarse de rodillas
ni arrastrarse, ni anteponer las mejillas
cuando se antoja
un beso en la boca
un roce de labios
un goce encantado.

No me robes, sinvergüenza, la delicia,
la malicia, la caricia de la vida.
No me temas pormenores influyentes,
distractores, enfermedad de la gente.
No te andes secreteando sandeces,
trivialidades sin importancia alguna,
para hacerte sentir importante
para hacer notar que eres grande.

No te pases de la raya ajena
si no dejas que salten la tuya,
aunque sea jugando a la cuerda
brincando de la tierra a la luna.

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