Saludo tu ausencia no tan aparente.
Silla vacía protegiendo su frente.
Un reloj de arena vuelto horizontal
bajo un as de espadas
que no amenaza si no juega.
Fuertes razones divaga un demente.
Camino empedrado a la fosa candente.
El ansia derrite todo mi valor.
Ya no hay madriguera.
Se me van las fuerzas.
Y es que quiero volver a adentrarme en tus ojos,
recitar caricias a tu corazón.
Quiero ser parte de tus sentimientos.
Ser lo primero que pienses al tener un antojo.
martes, 28 de abril de 2009
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