martes, 28 de abril de 2009

Este fin no se da por difunto

Este fin no se da por difunto
como un fruto que trasciende al caer.
Este llano con sabor a pecado...
¡santa insolencia si no lo atravieso!
Tres veces cobarde si no me atrevo,
tres veces me condeno si otra vez me rajo.

Este fin no calumnia lo embargado
si la mitad de lo que gana, lo merece,
mas si el saludo precede a una trampa,
si detrás de la sonrisa hay engaño,
que proceda, y así, digno, perece.

Este bálsamo con fe en la esperanza,
que todo lo añora aunque no le alcanza
sirve a probarme resuelto
de tender mi brazo a tan distinguida dama.

Este ahora quisiera dormirse
y brotar como una fuente en tus sueños.
Este deseo persiste,
a esta realidad me sostengo.

Este poema tan atroz
en tan flamante correría
no pudo ser reprimido de llegar a ti.

Esta sensación que no razona,
esta imagen, estos recuerdos.
Esta pluma acribillada
que no teme estar enamorada;
este momento de euforia,
cada espacio de mi memoria
que te admira y te engrandece;
este síntoma incurable,
esta magia tan rentable
que me devuelve siempre al mismo lugar.

A tus pies, a tus manos,
a la dulzura de tus labios,
a la alberca de tus ojos.
A ti, que pareces estar en todo.
En todo y sin mí.

No hay comentarios.: