domingo, 13 de diciembre de 2009

Verdades ocultas

Soy la consecuencia de una vida a lo pendejo,
la imagen del fracaso que me prohíben ver.
Soy el polvo de una verdad a la que siempre echan escoba,
un anhelo que no se acaba de pensar por pretender.

Soy el clavado indeciso de los trampolines rotos,
el evento que se quiere acabar antes del inicio,
la caída que se hace mentira para descubrir la verdad.
La espada sin filo de un juez objetivo,
la piedra del río que quiere aprender a nadar.

Con una sonrisa que no alcanza a ocultar mi tristeza
y una calma que no puede domar a la desesperación;
con un corazón que duda de su verdad sincera,
con los hemisferios volcados pues el centro hizo erupción…

con mis defensas abajo y a distancia de tiro,
reteniendo un suspiro que me acusa y me delata,
que no se atrabanca.
Tan cerca de la gloria como cerca de tu misterio;
cuestionándome la vida, pidiéndote que me salves,
perdiendo los cabales en mis horas de recreo,

Divago, buscando un poco de reconocimiento
para reconocer quién soy
pues me he perdido en un vado
olvido de dónde vengo y no recuerdo a dónde voy.

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