Hace poco fui al concierto de Andrés Calamaro en el auditorio del Tec de Monterrey. Cabe resaltar que en esta ocasión que el Malamén y yo nos aventurábamos a esa sofocante y alocada ciudad para ir a un concierto de rocanrol, los dioses me premiaron. ¿Y por qué se vieron tan chidos los dioses del rocanrol? Simple y sencillo: fui vestido para la ocasión e hice todo el ritual “pre-concierto de rocanrol”. Sólo me faltó pistear, pero no había tiempo para eso.
El caso de todo esto es que yo tenía contemplado que íbamos a un concierto de rocanrol, pero en el camino surgió una ligera discrepancia de ideas. El Malamén no estaba tan seguro de que íbamos a un concierto de rocanrol, más bien – él pensaba – íbamos a un concierto bohemioso con uno que otro tinte de rocanrol. Algo así – comentaba – como Joaquín Sabina.
Entonces surgió la duda, ¿qué era un concierto de rocanrol? ¿Qué debe tener un concierto para que sea rocanrol? Música, claro, pero últimamente los géneros musicales del rock y sus derivados son tan vastos y confusos que uno ya nunca sabe ni qué tranza. Muchas veces tomamos la tangente de decir: rock alternativo, o rock fusión.
Pero bueno, dejamos la música como elemento fundamental, un paso atrás para enfocarnos en los otros elementos que hacían de un concierto, un concierto de rocanrol. La actitud y la esencia. Sí, hay elementos en un concierto, medio aparte y medio conjunto con la música, que hacen que un concierto sea un concierto de rocanrol.
El premio que me otorgaron los dioses en esta ocasión fue, ni más ni menos que haber entrado gratis al concierto. Nos topamos con un amigo del Malamén que tenía otro amigo al que le sobraban cuatro boletos de cortesía, uno de esos boletos fue para mí.
Como los boletos estaban enumerados, mi asiento estaba alejado del del Malamén y Ana. Yo no me sabía más que una canción, que por cierto, no tocaron. Así que, encontré la posibilidad de fijarme en los elementos diversos que hacían de ese concierto un concierto de rocanrol. Saquí mi libreta e hice mis anotaciones.
- En un concierto de rocanrol, el público canta esos típicos cánticos de “oeeeee oee oee oeeee”, así como (en ciertas ocasiones y con cierto público) los de “culeeeeeros, culeeeeros”, cuando los músicos se van.
- En un concierto de rocanrol, tanto algún músico como varios elementos del público traen gafas oscuras, con todo y todo que no hay sol. Tal vez, se le pueda pasar a los músicos ya que tienen todos los reflectores apuntándoles a la cara, ¿pero los del público? ps bueno, ese es otro elemento.
- En los conciertos de rocanrol, el común dominante de instrumentos musicales son instrumentos eléctricos y no acústicos microfoneados.
- En los conciertos de rocanrol, la iluminación tiende a ser muy extravagante y locochona. Que si se mueven mucho, que si los colores morados, azules, rojos... esa tendencia.
- En los conciertos de rocanrol la mayoría de la gente va vestida de negro.
- En los conciertos de rocanrol no es nada raro encontrar hombres con playeras sin mangas.
- En los conciertos de rocanrol se usan mucho los requintos chillantes con una guitarra Stratocaster.
- En los conciertos de rocanrol encontrarás que una o más de una rola acabará con luces parpadeantes al ritmo de redobles, platillazos y guitarrazos ruidosos.
- En un concierto de rocanrol alguno de los músicos va a traer botas vaqueras.
- En un concierto de rocanrol el líder de la banda va a hacer que el público interactúe mediante aplausos o cánticos.
- En un concierto de rocanrol, a huevo, se brinda pisteando.
- En un concierto de rocanrol nunca faltan los valientes que se suben al escenario para abrazar a sus ídolos.
Esos fueron todos los elementos rocanroleros que vi en el concierto de Andrés Calamaro. Muy probablemente falten más, pero ninguno está de sobra. Claro que si vas a un concierto de rocanrol y no hay alguno de éstos elementos que cité, no significa que el concierto deja de ser de rocanrol. Esto nomás fue una observación y puro cotorreo mío.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario